La academia Greenlight, reside dentro del pueblo de Haus, comprado y fundado por Adelbert Greenlight. En las cercanías de dicho pueblo, podemos encontrarnos con la capital de Australia, Canberra, donde se puede llegar en tren, camión e incluso en bicicleta. Los estudiantes, funcionarios o habitantes pueden llegar a Sydney en cualquiera de los transportes señalados, así como también tomando un avión con ese destino, si se cuenta con el dinero apropiado.
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Ambientación Cannon's Razas Uniforme escolar Reglas Categorías (Rangos) Sistema de puntos Registro de Físicos Registro de funcionarios
Datos necesarios
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Aquí puedes encontrar los expedientes de los personajes que ya han sido creados en el foro o también puedes ver más fácilmente donde ubicar la ficha de tu personaje en creación.
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Modelo de Ficha Alumnos Universitarios Funcionarios Empleados particulares Habitantes Materias Empleos Habitaciones
Para elaborar tu ficha
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03
Feuerrote
06
Lauftgrau
07
Wasserblau
05
Blattgrün |
Jefe FeuerroteV. Greenlight
J. LauftgrauDisponible
J. WasserblauDisponible
J. BlattgrünDisponible
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Ella Greenlight
Hija del Director
Vicious Greenlight
Hijo del Director
Adelbert Greenlight
El director
Lorelei Luhrmann
Ex-esposa del Director |
EllaGreenlight
ViciousGreenlight
AdelbertGreenlight
LoreleiLuhrmann
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recreo (priv. Desiree)
Al entrar a la cafetería que estaba llena solo camine hasta el mostrador agarrando una charola y ira la comida que estaba excesivamente decorada casi me dolía comerla o desarmarla pero era comer o apreciar el arte y esfuerzo que ponían los chef de la academia para sorprendernos, por eso los respetaba.
Salude a algunos cuantos cocineros que se asomaban a ver las reacciones de los estudiantes con la comida y a algunas personas que estaban por ahí cogiendo una manzana verde y un poco de ensaladas con poca carne entre el menú para caminar a un asiento de una mesa medio ocupada por una chica – puedo sentarme con Tigo – sonreí tomando puesto antes de que respondiera ya que la chica pareciera que estaba comiendo sola o eso es lo que pensé al verla desde que entre.
Podía sentir desde que entre una atracción por mi elemento que tanto me disgustaba, pero era la primera vez que le agradecía a mi elemento, a mí ser oscuro ser tan asertivo para llamar mi atención hacia una persona – es un placer soy chastiefol – intente iniciar una conversación amistosa dándole un asesinato a mi manzana después de hablar, digo mordiendo mi manzana después de hablar.
Por lo mismo es que entré a la cafetería, de manera automática tomé aquello que deseaba comer y sin más preámbulos tomé asiento en una de las mesas vacías, cercana al ventanal y en un rincón. Fijé la vista en mi bandeja y de allí no me moví, comenzando a degustar la comida como quien no tiene nada que hacer. Y así era, en realidad no tenía nada que hacer. O al menos así debió haber sido, cuando poco menos de diez minutos después de haber iniciado con tal faena, alguien se acercó a mí y habló para después tomar asiente frente a mí y sin esperar una afirmación de mi parte a su petición. Rápidamente alcé la mirada, dejando ver en mis ojos magentas la sorpresa y el temor del que era víctima por tan repentina aparición. ¿Quién sería aquel peculiar chico? Parpadeé un par de veces, tratando de hallar voz para mis palabras. Casi por instinto escondí mis manos por debajo de la mesa, para juguetear nerviosamente con mis dedos sobre mi regazo.
—P-por supuesto... —musité quedamente, con voz casi débil, ya demasiado tarde. Nadie se me acercaba, siempre comía sola. ¿Por qué hoy era la decepción? Y no, definitivamente no me disgustaba tener alguien que deseaba mi compañera, aunque fuera sólo porque probablemente era la única opción que tenía, por el contrario: estaba tan nerviosa por la ilusión de entablar conversación con alguien, que no sabía qué hacer o decir—. Yo soy... Desirée, también es un gusto, Chastiefol —le dediqué una tímida sonrisa al decirlo, aunque instantaneamente después volví a dirigir mi mirar a mi plato y me llevé un bocado a la boca, sumisa. ¿Le habría molestado al contrario mi atrevimiento? Probablemente no, ya que era lo que usualmente se decía cuando uno conocía a otra persona, ¿o no? Daba igual, en el fondo comenzaba a desear que aquel hombre no se asustara ante mi evidente falta de experiencia en relaciones sociales.
Su sonrisa me sorprendió un poco a la hora de decir su nombre “desiree” mmm se escuchaba como deseo – que lindo nombre, pareciera que fueras a conceder deseos con ese nombre e igual es un placer – sonreí amigablemente mientas seleccionaba algo de mi plato y lo introducía en mi boca, masticando con calma hasta tragarme los alimentos para seguir la conversación – ohhhh diosa desiree concédeme este deseo, yo deseo poder ver su sonrisa una vez más – haciendo mi voz con un tono misterioso y divertido para guiñarle el ojo con la sonrisa bien puesta – se ve tan linda cuando sonríe, es un desperdicio que alguien tan linda sea difícil de notar – la examine con la mirada agarrando 3 palitos de apio que estaban en mi ensalada y hacer algunos malabares en la mesa para llamar su atención sin parecer que estuviera loco aunque creo que di esa misma impresión de mí, de seguro pensaría que perdí el juicio o que me faltaba unos cuantos tornillos-
Pestañeé con suavidad y en automático alcé mi rostro para contemplarlo cuando dijo aquello. Me asombraba porque, precisamente, mi nombre significaba 'deseo' en mi lengua natal, francés. Un amago de sonrisa hizo su lucha por aparecer tímidamente en mis labios cuando dramatizó de aquella forma, aunque también no pude evitar abrir ligeramente más mis ojos violetas ante la sorpresa. ¿Mi sonrisa era linda? ¿De verdad? Mis mejillas se tiñeron parcialmente de un sutil tono rosa, por el halago recibido por el pelimorado. Era el primero que me hacían desde... desde que tenía uso de razón, de hecho. Bueno, alguien que fuera ajeno a mi familia. Aunque mis instintos naturales de apartarme de cualquier emoción desconocida y refugiarme en mí misma para evitar cualquier situación desafradable pugnaban por hacer mella en mí, me obligué a mantener mi vista fija en el simpático chico. Por cortesía, aunque fuera.
La confusión hizo acto de presencia en mi expresión cuando le vi jugar tan despreocupadamente con sus alimentos. Vagueé mi vista del apio que literalmente volaba por los aires y de los ojos de aquel muchacho, quien estaba concentrándose en lo que hacía. No sabía cómo reaccionar ante eso, para ser sincera. Y sin más, de forma espontánea, reí. Fue una risa muy suave, casi inaudible pero igual de melodiosa como el sonido de unos pequeños cascabeles. Por acto reflejo cubrí mis labios con una mano, por educación pues no sabía cómo podría interpretar mi reacción el ajeno. No quería mostrar mala educación, era segura.
—L-lo siento... —musité con suave voz, avergonzada— pero es que eres muy divertido, Chastiefol —asentí ligeramente y me aclaré la garganta, tratando de guardar la compostura. Erguí mi espalda al hacerlo, de forma inconsciente, como queriendo dejar en claro que no era mi intención ofender. Aún así, una pequeña sonrisa ya se había plasmado en mis labios con libertad; el joven había conseguido que, poco a poco, me sintiera más cómoda con el ambiente. Centré una vez mi vista en mi plato—. Nunca había conocido a alguien que se comportara de la forma en que tú lo haces... t-tan sincero y libre con tus acciones... N-no soy una diosa, p-pero... espero estar a la altura para corresponder tu bondad hacia mí.
Relaje mis cuerpos y atrape las ramitas con mis dientes para morderlos hasta tragarlos clavando mis ojos en los de ella, podía ver sus ojos violetas claramente, fijamente, sin parpadear, sin dudar, era solo su mirada contra la mía, pero no se notaba un aire tenso como si fuera un reto era todo lo contrario era un aire de tranquilidad y seguridad al verla porque ella era una buena persona - no hay necesidad de disculparse – recite apenas sus labios se cerraron – alguna vez has escuchado que el trabajo de un caballero es hacer sonreír a las damas, animarlas y demostrar que sin importar el caso todo puede mejorar – levantando mi dedo lo dije sin pensar con un tono muy positivo y tranquilo, creo que se me daba bien ser muy positivo solo dependía de la situación pero adoraba ser positivo, sobre todo mantener ese ser que siempre se mantenía en las sombras con un poco de luz, porque yo era mi propia sombra y no tenía nada que envidiar a nadie – por eso no me mires desde abajo ni desde arriba si quieres responder a mi bondad no debes ser un dios todo poderoso- con un tono un poco burlón- soy Zeus bájate de mí nube – moviendo mis dedos como si fueran comillas - solo debes ser tú, como te sientas más cómoda y si alguno de estos idiotas que nos están mirando y creen que no me eh dado cuenta se mete con Tigo dímelo o di mi nombre cada vez que me quieras ver – sonreí maliciosamente con orgullo – tu sombra es tu mejor guardia – escondiendo parte de mi sombra atreves de la mesa en la de ella por un raro presentimiento que me llego al ver algunos de los ojos que nos veían - téngalo en mente señorita, y lo siento habeces me dejo llevar con este tipo de comversaciones – suspire tranquilamente esperando que no se diera cuenta, rara vez las personas notavan los fracmentos de sombras pero esperaba que ella no lo notara, agarre lo que me faltaba de mi comida para terminarla y sonreírle amigablemente una vez mas
Le contemplé con sorpresa y volví a reír sin proponérmelo, pues en verdad no podía entender del todo la actitud ajena. Si alguien me hubiera dicho que aquel día sería especial para mí, y que un encuentro inesperado como era aquel se me iba a presentar a la hora del almuerzo, jamás lo hubiera creído. Y sin embargo estaba sucediendo, era real... ¿Cierto?
Asentí, repentinamente entusiasmada por sus palabras.
—L-lo... lo haré, ¡muchas gracias, Chastiefol! —exclamé al fin, con una suave sonrisa que pretendía ser un obsequio ante tanta bondad recibida.
En verdad le agradecía el que estuviera allí, buscando entablar conversación con alguien como yo, quien sólo bastaba con estar presente para provocar que los demás se apartaran de mi lado. También le admiraba, y un poco envidiaba, por su actitud tan confiada y optimista. No se amedrentaba por las miradas y opiniones de terceros, les hacía frente y seguía siendo él mismo sin importar qué pudieran decirle aquellos que nos estaban observando con disimulado interés. En cuanto a mí, convertirme en el centro de la atención ajena provocaba que me pusiera sumamente nerviosa y que mi mente no fuera capaz de reaccionar con propiedad. Aún podía percibir el ligero temblor en mis manos, pero este poco a poco mitigaba con el pasar del tiempo junto a aquel extraño chico de cabellera violeta.
Respiré profundamente de forma calmada y concentré mi vista en el plato, el cual contenía alimento que ni bien había tocado con los cubiertos. Y es que no era caracterizada por tener un apetito muy notorio.
—La verdad es... que no estoy acostumbrada a que se acerquen a hablar conmigo —comencé a confersar en baja voz. Era lo mínimo que podía hacer para compensar el que el otro me ofreciera su companía—. Siempre se alejan como si tuviera la peste o algo parecido... y ya me acostumbré a ello. P-por eso... me hizo muy feliz que te sentaras a mi lado y no te arrepintieras de ello. Me agrada la seguridad que demuestras en tus palabras y actos, desearía... desearía ser un poco más como tú en ese aspecto —reí, suave y nerviosa—, ¿pero qué se le puede hacer? Y-yo.... Yo soy sólo yo...
Off: ¡Lamento muchísimo la demora de años! Entenderé si ya no quieres retomar el tema C': En verdad lo siento mucho...
La mire unos segundos más directamente a los ojos, esperando alguna reacción o un sonrojo por mis palabras, no podía negar que quería secuestrarla e ir a pasear por la ciudad para no tener que ir a ninguna de mis clases.
Salí de mis pensamientos agarrando la bandeja y bloqueando algo de comida que habían lanzado en mi dirección o en dirección de la chica pero yo estaba en medio – la gente sí que es envidiosa, quieres dar un paseo para alejarnos de estos IDIOTAS – si lo grite, no me importaba pelear o hacer sentir mal al tonto que había lanzado comida, mi actitud serena desaparecía con las miradas de odio a lo lejos pero me tranquilizaba ver a la rubia que se encontraba bien.
- miralo :
- hola, quiero que sepas que había olvidado esta personalidad positiva y aun que me obligues no dejaría este rol, me gusta :3 le dejare un MP con cariño <3 chasti <3 el de las propuestas indecorosas
» The sweet girl [Priv. Desirée]
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Lun Nov 28, 2016 10:32 pm por Remus J. Lupin
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Miér Oct 12, 2016 11:03 pm por Sophie Blanc
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Lun Jul 11, 2016 3:31 pm por Desirée Bonheur