Will Alexei Nioniel ID}

Es un ser peculiar y muy excéntrico, siempre llama la atención allá donde va, mas a él no parece importarle demasiado eso, aunque le sea contraproducente. Ignora todos los comentarios de dichas personas y continúa con su vida. Risueño y hablador, siempre lleva una sonrisa en su rostro y todo parece resbalarle. Sin embargo, todo esto solamente es una fachada, ocultando sus más íntimos pensamientos. Pero continuando con su fachada de despreocupación, Will tiende a ser bastante exagerado con sus acciones y con sus palabras. Tiende a sacar de quicio las cosas y a los demás. Resulta ser bastante bromista, en ciertas ocasiones se le considera hasta incluso cansino con ellas. Algunos han llegado a calificarlo de loco, y lo cierto es que no están muy alejados de ello. Parece que no está centrado, que no tiene los pies en la tierra.

Como buen sacrificio que es, más de una vez se ha visto involucrado en accidentes de los que, sin esperárselo, ha salido completamente ileso, pero el susto se lo ha llevado, eso sí. Muy de vez en cuando le salpica algo de sus desgracias, pero nada en comparación con lo que pueda pasar a su alrededor. En cierto modo, ese carácter tan abierto suyo puede llegar a crear confusión en lo referente a la confianza depositada en una persona. Cabe destacar que es muy desconfiado, aunque pueda parecer completamente lo contrario, siempre analizará a la persona que conozca y pensará que a la entrada o a la salida, lo va a traicionar. Si resulta ser una buena persona, mira, eso que se lleva. Sin embargo jamás depositará su plena confianza en esa persona.

Quizá lo más peculiar de este hombre es su afán por querer desaparecer del mundo. Siempre buscará alguna ocasión en la cual cometer un suicidio, razón por la cual siempre se encuentra dañado de alguna forma. Además que, por ser sacrificio no debería ser nada difícil desaparecer de este mundo, pero es que tiene mala suerte incluso para eso. Si por algún casual se tira de lo alto de un balcón, seguro que ocurrirá algo que le impida su cometido. Mas no está las 24 horas del día pensando en ello. Visita más veces el hospital que su propia casa. Principalmente parece no tener una razón convincente para ello, mas en el fondo sí. En el fondo de su ser esconde una fuerte razón para querer algo como eso, mas no la demuestra ante nadie. No le gusta preocupar a los demás con sus cosas. Si tiene algún problema tratará de solventarlo él sólo, sin ayuda de nadie.

En el terreno amoroso no es alguien que se interese para nada por este tema, prefiere estar solo y disfrutar de la soledad. Si se pone a pensar nunca ha estado necesitado de afecto por parte de alguna mujer u hombre. Por esta razón no conoce el amor y parece que no tiene intención de conocerlo nunca. De igual forma, si por azares del destino se llega a enamorar, es una persona que mete la pata constantemente, no sabe cómo tratar a la persona amada. Tiende a tratarlo como un conocido más, con más confianza de la cuenta, pero al fin y al cabo como otra persona más de su círculo de amistades. Aunque en el caso de amistades tampoco es que sepa cómo tratarlas.

Es sincero con sus palabras, quizá demasiado. No se da cuenta de que hay palabras que puedan herir a las personas, mas no lo hace con mala intención. Aunque cierto es que muchas veces, con tal de tocar las narices, lo hace a cosa hecha, sin embargo sólo lo hace con aquellos que logran ganarse su confianza. A primera vista parece ser alguien débil, que con cualquier cosa se puede derrumbar, pero no es así. Es más fuerte emocionalmente de lo que pueda parecer. Encaja muy bien las palabras, los insultos y bueno, las palizas. Incluso los insultos se los toma a guasa. Es difícil hacerlo enfadar, pero si lo logras, huye. Es un ser rencoroso hasta la médula. Si le haces un mal ten por seguro que te lo hará pagar tarde o temprano. Cuando has logrado sacarlo de sus casillas puedes irte preparando para sufrir su afilada lengua. Sin embargo no se enajena, sino que puede insultarte con la mayor tranquilidad existente, esbozando en sus labios una cruel sonrisa. Antes de proceder a proferir insultos sin ton ni son, te estudiará primero para atacar en los puntos débiles, en aquellos que duela más. No es dado a pelear, pero sí es asiduo a dar golpes emocionales, y muchos de ellos muy dolorosos. No se corta un pelo.