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Mensaje por Remus J. Lupin Dom Feb 21, 2016 11:47 am
This is who I amDescripción psicológica
Él es el tipo de persona que ha paso por demasiadas cosas en su corta vida, buenas y malas aunque más malas que buenas. Es una persona sensata, calmada y disciplinada, suele pensar y evaluar las situaciones antes de actuar, tiene el don de presentir cierta acciones a su alrededor, así como las intenciones de los que se encuentran en su entorno. Es bastante callado cuando no está en confianza, cuando lo está también pero está más dispuesto a escucharte y platicar hasta de cosas sin sentido. Es muy amable en todo, mantiene siempre presente los modales que le enseño su familia, es de rápido aprendizaje y muy entregado a las labores que se propone desarrollar. Le gustan mucho los dulces y se deja conquistar con ellos más fácilmente, él soborno perfecto para cosas simples. Tiende a ser un gran apoyo moral y buen consejero aunque nunca aplique sus palabras en sí mismo.


No es confiado y cuesta que confié en plenitud, puede ser muy amable y todo lo que quieras pero si no confía en ti simplemente no deja que le toques, no le gusta el contacto físico se siente como si fuera algo malo, después de todo su piel llena de cicatrices le causa un complejo de inferioridad que con los años simplemente se agarbo. No es que se sienta menos, es que se siente diferente y no le gusta ser diferente.


Continuando, posee un carácter relajado y bastante hogareño, prefiere quedarse en casa leyendo un libro que ir a una fiesta, pero con la presión adecuada se le puede sacar de su burbuja de tranquilidad. No es muy tolerante al alcohol así que lo evita a toda costa, si es necesario que tome algo para algún evento es posible que el mismo trago le acompañe durante toda la velada o se los de alguien más disimuladamente.

Al enojarse es otro mundo, es dejar salir un animal enjaulado, tanta disciplina y control desaparecen con facilidad mágica aunque alguna veces su razón llega a dominar un poco su instinto para apaciguarse un poco y no cometer locuras. No tolera las traiciones, es muy difícil de doblegar cuando sabe la traición no fue un accidente o un mal entendido, puede perdonar errores poro no traiciones y falsas promesas.


En el ámbito sentimental se deja llevar mucho por el aroma que desprende cada ser vivo después de todo es un lobo, si es su agrado las cosas se hacen más fáciles de lo contrario tomaría más tiempo entablar lazos con él. Nunca se ha enamorado según él pero tiene un gran aprecio por su padre y sobre todo por un niño de su infancia que siempre se mostró abierto a él sin importarle sus extrañezas, le agradaba su aroma pero en ocasiones no estaba de acuerdo con su actitud, pero la aceptaba no le gusta la idea de cambiar a nadie. Remus es de la ideología de que nadie debe cambiar por nadie, si no puedes aceptarle tal como es, no tiene caso que te hagas llamar amigo. Si lo vaz a querer tienes que querer a Remus y al lobo.


Es una persona linda y sencilla de noble de corazón; pero cuando la luna brilla en su total esplendor se convierte una bestia sin mucho uso de razón que solo deja guiar por instinto.  
Remus Jonh LupinMoony18 añosInglesAsexualLicántropoUniversitario
Wanna know me better?Historia
Remus John Lupin nació un día como cualquier otro, realmente una madrugada a eso de las 1:05 am del 10 de marzo hace unos 17 años con una espectacular luna llena de fondo que se asomo por la ventana a verlo nacer o eso decía su madre. Él era hijo de dos magos de clase media de nombre John Lupin y una mestiza de nombre Hope Howell.

El matrimonio ansiaba tener muchos niños llenando la casa, así tuvieran que trabajar todo el día ambos deseaban tener la casa llena de pequeñas risas y travesuras infantiles. Realmente deseaban con todo su corazón tener esos rayitos de luz jugando en casa una familia propia, pero parecía que el destino se opina fervientemente a que sus sueños se cumplieran de forma rápida, porque un con quince años de casados no habían logrado su cometido, todavía no lograban tener ni siquiera un niño. Hope había logrado quedar en estado de preñes dos veces, al primero tal vez sería una niña su madre así lo sentía quería llamarla como a una estrella o una constelación así que Andrómeda seria su nombre pero la tragedia llego a su familia cuando la mejor amiga de Hope cayó enferma de viruela y ella fue a visitarla, se contagio y perdió al bebe, su segunda vez fue cinco años después… esta vez juraba que era un niño y su nombre seria Rigel, cuido su embarazo más que la primera vez pero igual tubo un aborto espontaneo. Ahora quince años después llegando casi, casi a los cuarenta años logro otro embarazo después de encomendarse a tantos dioses y santos decidió hacer un último intento rogando los últimos años a la luna que le diera un niño y esta gotosa se lo había concedió.
Después de nueve meses y cinco días contados nació el pequeño Remus Jonh Lupin Howell de cabellos castañitos y ojos nublados en su pequeño mundo absortó en la  esfera blanquecina que se asomaba en la ventana, luego lloro; ese fue día más feliz de sus vidas después del día de su boda al fin un pequeño entre sus brazos que lloraba a todo pulmón llenando de vida su pequeño cuerpo con cada exhalación.

Hope era madre primeriza pero aun así ponía todo su empeño en la crianza de su primogénito, llevaba al niño a todas parte donde ella iba nunca dejaba que estuviera solo o sin supervisión, un poco de paranoia por perder a dos niños, pero era una paranoia inofensiva sin llegar a ser obsesiva.  Hope cuidaba sus comidas con precisión de reloj alemán, nunca faltaba por más de tres minutos de atraso, lo lleva a tomar el sol por las mañanas y por las tardes, le cantaba en las noches canciones sobre la luna, la magia y el bosque, cuando se enfermaba trataba de curarlo de manera natural para que no fuera tan dependiente de las medicinas modernas, porque según Hope esas cosas solo te atrofiaban el sistema nervioso y no era consiente al cien por ciento de los daños colaterales a largo plazo. Ella era una mujer un poco sobre protectora pero también sabía estimular a su pequeño para que fuera juguetón e hiciera ejercicio.

Era una verdadera pena que los tres años se volviera un poco más enfermizo que antes, pero eso no le quitaba la alegría al pequeño Remus ni a sus padres.

Remus creía con el tiempo y sus padres atesoraban cada momento como si fuera el último. Aunque su pequeño castaño era un angelito la mayor parte del tiempo también podía ser todo un diablito haciendo travesuras y pequeñas bromas más que nada inofensivas aunque eso no los libraba de uno que otro berrinche, quitando eso era mejor portado que otros niños de su edad que eran verdaderamente insoportables.

Cuando Remus cumplió los cuatro años su padre estaba  entusiasmado en ingresarlo a una buena escuela y se lo comentaba al niño aunque este no entendía del todo bien a que iba el plan de “escuela” él tenía muchas ganas de aprender y parecía que era ahí donde se aprendían las cosas aparte de con mamá y papá además de que quería hacer felices a sus padres por lo que aprender será algo maravilloso que los aria felices a todos;  Jonh llevaba cuatro años ahorrando para poder pagar una buena escuela para su hijo, tal vez no la mejor pero si era buena. A los seis años el joven Lupin emprendería su largo camino a ser un hombre de provecho y no pasara por las mismas dificultades que ellos pasaron para tener lo poco que tenían.

Sus padres eran de orígenes bastante humildes y con mucho esfuerzo habían logrado establecerse en la clase media cuando se casaron.  Para Remus su familia era perfecta, su mundillo de niño de cuatro años no daba lugar a muchas dudas y tristezas más allá de golpearse con la mesa o caerse, su mundillo era perfecto. Una tarde como era costumbre de su Hope salieron a caminar a las orillas del bosque cuando terminaron de cenar para bajar los alimentos, más que nada porque a su madre le gustaba el bosque perderse en él y enseñarle a su niño las cosas buenas del bosque y las malas que no debía tocar, ni comerse como algunas bayas ridículamente venenosas o una setas que cansaban ronchas y tantas cosas más que se pueden incluir en la lista que sería interminable.
La siguiente semana aquellas salidas fueron reducidas a un parque cercano, ¿el motivo? Una jauría de hombres lobos sanguinarios y vengativos estaban rondando los pueblos vecinos mascarando y devorando a todo aquel que se le pusiera en su camino, ellos eran lo peor de lo peor no distinguían entre niños o adultos, hombres o mujeres. Jonh le prohibió a Hope las salidas con Remus al bosque para evitarse problema; pero quien puede meterle en la cabeza a un niño de cuatro años que existen cosas horribles fuera de casa y de las que sus padres no siempre lo van a poder proteger. Houp avilmente lograba evadir las idas al bosque, aunque no paso mucho tiempo para que su hijo comenzara a preguntar “¿Por qué no?” a referencia del no poder a jugar su juego favorito al bosque, su madre la miraba con tristeza ella también disfrutaba de jugar al escondite con su niño pero no podían, por lo que respondía a sus preguntas con “es porque mamy está cansada, juéguenos mañana ¿sí?” así paso otra semana hasta cada vez que el niño preguntaba y le negaban la salida, se notaba más y más decaído casi ni quería salir de casa a menos que fuera de noche a contemplar las estrellas en el tejado con su padre.

Todo parecía indicar que la jauría de hombres lobo se la había tragado la tierra. En la semana siguiente Jonh empezó a enseñar uno que otro inofensivo truco mágico, nada que pudiera quemar la casa o terminar lastimarlo en el proceso.

Remus aprendía rápido y no podía lograr que su padre se sintiera más orgulloso de él de lo que estaba en esos momentos.  Hope también estaba feliz, feliz de que su niño aprendiera tan rápido y pudiera ya hacer pequeños conjuros él solo sin ayuda de su padre, pero ella extrañaba jugar al escondite con su hijo, de hecho sentía que su hijo era acaparado por su esposo últimamente. Por lo que ella también estaba ansiosa por salir  y poder jugar al aire libre con su hijo  y no soportaba estar demasiado tiempo en casa encerrada, ella había renunciado a su trabajo para estar a tiempo completo con su niño, por lo que estar tanto tiempo sin ir al bosque a jugar la estaba deprimiendo al igual que su niño; así que lo consulto con su esposo el ir afuera, al bosque más específicamente. Consulto con su esposo la salida en familia, será una pequeña sorpresa para Remus que parecía cada vez más absorte en aprender a leer; una salida al bosque en familia sería bueno para todos. El día empezaba a caer, el astro rey a esconderse entre las nubes tiñéndolas de naranja, rosa, violeta y algunos algodones blancos que se empeñaban en conjuntar el paisaje celestial, el clima estaba por demás agradable y los hombres lobo ya tenían casi un mes que no daban señales de vida tal vez se habían matado entre sí eso parecía ser la única razón por la que dejaron de actuar o bien se fueron a otra parte del mundo.

Entre los árboles, recostado contra el tronco agrietado de un pino se podía distinguir al pequeño Remus con los brazos afirmado en el tronco y la cabeza mentida entre ellos para “no espiar” mientras contaba felizmente hasta 25 porque después de ese número los demás no tenían: ni ton ni son, inventando los números siguientes en un total desorden y cuando empezaba la búsqueda las risas de su madre siempre la delataban, era común que cuando el niño buscaba era la primera en ser encontrada; en cambio su padre era otra historia solía esperar a ver su pequeño desesperado por no encontrarlo y hacia uno que otro ruido para ser encontrado empezando nuevamente el juego. Nadie esperaba que entre tantas risas y diversión la noche se tragara el crepúsculo tan rápido, se estaban divirtiendo en familia como pocas familias podían hacer por estar trabajando, tal vez ellos no podían darle los mejores juguetes, ni las mejores ropas pero le brindaban su tiempo con cariño y pequeñas lecciones de vida entre juegos y risas. Un poco más tarde Jonh encontró a su esposa y la lleno de besos aprovechando que su hijo no estaba cerca para hacer esas cara de desagrado que los pares les parecían graciosas pero les mataba el momento. Remus estaba bien escondido entre las ramas de un gran abedul que de alguna forma se había colado en los dominios de los pinos, estaba agazapado justo sobre una frondosa rama llena de hojas, a la altura que estaba podría fácilmente ser tomado por su padre realmente no era muy alto pero un pequeño niño era toda una proeza, apenas y podía ver para debajo de él por el exceso de hojas que lo ocultaban con la firme creencia de que si él no podía ver hacia abajo su padre tampoco lo vería a él ahí arriba ¿cierto? Esperaba que su padre le llamara aceptando su derrota porque el tiempo pasaba y él seguía bien escondido, pero unas fuertes manos lo tomaron de la cintura y el castaño se río porque fue lanzado al aire un par de veces y maravillado se sentía volar cada vez lo lanzaban, hasta que  miro unos ojos dorados que no eran los de su padre, era un hombre fiero parecía casi salvaje con apariencia desaliñada, pese a su mirada malvada Remus no se sintió incomodo y en su inocencia puso las manitas en  la cara llena de barbas mal recortadas; el hombre era fornido, bastante más alto que su papá y de ojos dorados que indicaban todo menos cordura pero aun así jugó con las manitas sobre su cara intentando morderlas sin lastimarlas, pero el Remus seguía emocionado con ese juego nuevo que nunca había jugado con sus padre y ponía la manito sobe su boca y esta era mordida sin llegar a lastimarlo y el soltaba sutiles risas de pura diversión y sorpresa.

Para el hombre de barba entre más tiempo pasaba con el niño entre sus dedos más podía aprecia ese aroma perfecto que le volvía loco por dentro, ese niño seria suyo cuando creciera lo sentía en cada poro de su piel, ese niño era suyo por derecho… tenía que marcarlo antes de que se lo robaran, pero antes tenía que convertirlo en uno de su propia especie. Sus grandes sienes ahora rosaban el hombro del niño que miraba extrañado sus acciones, lo siguientes que se escucho fue el fuerte alarido, seguido de un grito desgarrador y el llanto desesperado de un niño. El pequeño cuerpo de Remus se miraba aun más pequeño siendo abrazado contra el pecho de aquel hombre que le hundía los dientes en la tierna piel de su hombro al punto que se topo con el hueso de la clavícula un poco más de presión y la hubiera roto a la mitad su hubiera sido su intención la presión que ejercía su mandíbula. El grito alerto a los padres que dejaron de darse arrumacos y corrieron desesperados hacia donde se escuchaba el grito, tenían la preocupación latente y el pecho de la madre se apretaba ante la incertidumbre su niño era de los que gritaban por amor al arte.

El padre de Remus, Jonh se tiro en tacleada contra el enorme cuerpo de aquel que mordía a su único hijo, logro que dejara de morderlo y la sangre salió a borbotones de la gran herida en su hombro.  El hombre ensangrentado comenzó a mostrar rasgos de lobo, asustando a Jonh pero aun así siguió intentando golpearlo hasta logro que soltara a su hijo que cayó al suelo cual saco de patatas quedando inconsciente; su madre corrió hasta él para tomarlo en brazos y correr hacia el centro del pueblo seguido por su marido que había detenido al lobo con un hechizo que lo dejo moderadamente agotado.

Cuando lograron regresar a su casa lo primero que vieron al voltear fue un rastro de espesa sangre esparcida en finos hilos rojos o gotas marcando el suelo, Remus estaba inconsciente con la gran herida en su hombro y para empeorar le empezaba a subir la temperatura a niveles peligrosos.  Llamaron a un médico que les indico que atendieran la herida y no se infectara, lavándola bien con agua y jabón para ir al hospital más cercano.  Llegaron a urgencia y llevaron a Remus con el primer doctor de pediatría que estaba alarmado por esa clase de lesión en un niño tan pequeño, a medida que los padres le contaban lo acontecido el Doctor sumo uno más uno y supo que los mejor sería dormir al niño porque la mordida de un hombre lobo tiene la finalidad de matar o de esparcir su maldición; los licántropos era muy mal visto en temidos en Inglaterra y como no si había estado cometiendo atrocidades por todo lo largo y ancho del país. El Doctor temía que al ser un niño sería mucho más difícil de controla así que el sacrificarlo era la mejor opción antes de que lastimara a alguien.   Hope se opuso casi apenas termino de hablar del señor de bata blanca, abofeteo al médico por siquiera haber insinuado aquella idea, tomo a su niño y salió con él del hospital, por dentro tenía el corazón roto ¿Qué sería de su niño?

Ella no se rendiría, era su único hijo no lo pretendía abandonar amaba demasiado a Remus como para que la idea del doctor entrara completamente en su cerebro, volteo a ver a su esposo que estaba igual o más indignado que ella, viéndose a los ojos sin necesidad de palabras armaron sus maletas y aun con el delicado estado del niño se fueron, como si nunca hubieran estado ahí lo bueno de la magia es su uso práctico; se fueron lejos a donde nadie les conociera y donde los hombre lobo no hubieran pasado para no levantar sospecha.

La primera luna llena de Rumus fue tan dolora para él como para su padre, su niño lloraba por el dolor sus huesos se rompían de uno en uno, el sonido de la piel desgarrándose dándole paso al pelaje del lobo bruñido en sangre, las lagrimas le quemaban en las heridas recién abiertas pero pronto los gritos se convirtieron en gruñidos y más adelante aullidos de dolor y frustración aunque no era muy grande era fuerte e intentaba romper la jaula que lo contenía pero apenas doblaba una barra su padre la reparaba con magia para empeorar el estado de ánimo del lobo.

No les quedaba de otra que mudarse apenas los rumores sobre la licantropía de Remus comenzaban a esparcirse en los pequeños pueblos a los iban a residir, lo más lejos de las grandes ciudades que fuera posible; Remus estaba creciendo cada vez más encerrado en sí mismo, no podía hacer amigos más que nada porque lo llamaban raro, inútil o feo por las cicatrices que quedaban después de la luna llena, le costaba cada vez más socializar y terminaba encerrado en sus libros que ya no eran aquellos libros de imágenes y cuentos cortos que su madre solía leerle, no, ahora eran libros sin dibujos y de mucho texto Remus había descubierto que los libros sin imágenes y más palabras tenían más información y con ayuda del diccionario que le dio su padre para que dejara que preguntar a cada rato el significado de palabras tan grandes que en ocasiones ni sus padres sabían su significado real sin tener que improvisar, por mucho que su madre fuera maestra podría saberlo todo. Con seis años cumplidos y próximos a cumplir los siete sus padres se habían mudado alrededor de ocho veces no estando más de tres meses en el mismo pueblo en ocasiones Remus se culpaba a sí mismo por eso… pero no soportaba que sus padres le confortaran así que empezó a guardar sus pensamientos para sí cerrándose en un burbuja.

Cada vez que cambiaban de residencia su madre lo animaba a hacer amigos y él resignado a un posible rechazo lo intentaba pero siempre era igual, los primeros días por ser el niño nuevo se mostraban un poco apáticos, luego le intentaban hablar  y conversaban bien por unos días hasta que empezaban a notar los padres de los niños sus heridas y sobre todo que nunca estaba bien para tiempo de luna llena, nunca pasaba los tres meses antes que los padres llegaran a la conclusión más acertada sobre el pequeño castaño, era eso que el pueblo fuera atacado por hombres lobos adultos y algo desquiciados.

Al cumplir los siete años y unos cuantos meses sus padres se fueron a trabajar para una familia acaudalada como parte de la servidumbre de aquella inmensa mansión de verano, el trabajo seria por corto tiempo tres meses como de costumbre. Su madre se encargaba de la limpieza de la casa y ayudaba de vez en cuando a los chicos de la cocina aprendiendo de pasada recetas nuevas y platos de calidad cinco estrellas después de todo era para una familia de alto nivel social, sin mencionar el económico, Jonh por su parte se las daba de jardinero arreglando plantas en muchas ocasiones con magia y en otras a la antigua pero el pequeño castaño la primera semana no se separaba mucho de su madre y la ayudaba en los quehaceres, estuvieron así las dos primeras semanas por suerte su luna había pasado antes de llegar a ese nuevo lugar. Con todo listo, la mansión ordenada, los pisos reluciente y ni una pisca de polvo a la vista. Al día siguiente aparecieron los dueños de la casa, más específicamente la señora Black y sus dos hijos, Remus ese día fue vestido con unos pantalones de tela café bien planchados aunque si los mirabas de cerca se notaba lo desgastados que estaban, junto a una camisa blanca de botones que le iba un poco grande a su delgada silueta, estaba lo mejor peinado que su madre pudo lograr su cabello estaba bien cepillado pero aun así el flequillo le cubría los ojos tenia algunos rasguño que dejo el lobo en sus mejillas, antes brazos y qué decir de las piernas por lo que era mejor cubrirlo para no levantar sospechas. Así alineado al igual que las demás mucamas izo una reverencia hacia los señores de la casona. Remus no quería alzar la mirada esa señora imponía respeto, miedo y eso que apenas veía su sombra en el piso. Sintió su mirada sobre su existencia y preguntando que hacia un niño en su casa, su madre rápidamente apelo diciendo que era su hijo y que se encargaba de limpiar los lugares pequeños y en la cocina, por un momento pensó que la señora de la casa iba a refutar pero asintió complacida al ver que solo era del servicio y que no estaba de balde respirando su aire.

Era una mujer hermosa no podía negarlo, pero su belleza era opacada por expresión fría y arrogante. Un sangre pura al finalizar la historia.

Ese mismo día por la noche se encontró con el que creyó era el hijo mayor de señora buscando ranas en el lago ¿para qué quería ranas? A él se le ocurrían muchas cosas en que usarla con aquella estirada señora pero eso no estaba bien aprendió a reprimir el impulso de hacer travesuras para no dar dolores de cabeza a sus padre que ya bastante tenían con su “condición” especial.  Bueno se acerco con curiosidad y por poco logra que el otro niño callera al lago, al parecer no lo escucha hasta que estaba casi sentado a su lado, el niño pegó un brinco y Remus lo tomo de la mano para que no callera al agua verdusca pero por no hacer mucha fuerza terminaron los dos en el agua lleno de lirios y Remus coronado con una rana en la cabeza. El señorito estalló en risas al verlo y no pudo evitar reír también. Sirius Black es su nombre, desde ese día cuando Remus terminaba sus labores ayudaba a Sirius en planes de bromas y en ocasiones evitaba que las hiciera por ser demasiado peligrosas. Así fue la primera semana, luego aprecio el tutor de los niños y el tiempo que compartían se izo más escaso. Un día la señora gritaba preguntas a su hijo mayor sobre historia de la magia, en un descuido Remus respondió correctamente, llamando la cólera de la mujer que comenzó un interrogatorio su voz casi seseaba las preguntas y a la final aunque tenía miedo seguía respondiendo, la mujer se quedo boquiabierta y le ordeno, no le pidió bajo ningún motivo, que ayudara a Sirius con sus deberes a ver si aprendía algo.

Ahora comprendía porque Sirius se quejaba tanto de su familia eran unos perfectos aristócratas y desgraciados, con los que no tenían sus estatus o con él; citando a  Sirius textualmente. Remus odiaba y temía un poco la mirada de la madre del azabache tanto desprecio simplemente no lo creía humano y de su hermano menor aunque a este último no lo entendía, ni siquiera le hablaba pero parecía odiarlo no despreciarlo como era el caso la dueña de la casa.  

Fueron unos tres meses en los que se conocieron a fondo, Sirius y Remus se hicieron amigos, el pequeño lobo no lo podía creer,  tenía un amigo genial y no solo por su dinero, sino por su forma de ser era divertido, extrovertido, despreocupado y buscapleitos era todo lo contrario al castaño y era lo que más disfrutaba de su compañía el sentirse necesario para el mayor de los hermanos, siempre le sacaba una sonrisa y  también cuando la luna estaba cerca de su cúspide parecía preocuparse por su salud, nunca nadie lo hizo aparte de sus padres. Otra cosa que disfrutaba era las bromas de Sirius de vez en cuando le recomendaba una que otra más que nada correcciones. En cuanto a la tarea de enseñar al azabache era fácil solo tenía que relatar la historia de forma divertida para que el cerebro travieso del su amigo se centrara.

Fueron buenos meses  que atesoraría por siempre pero lo supo cuando regreso a la casita afuera de los terrenos Black donde dormían que tenía que irse de nuevo, fue la primera vez que se opuso a la idea, no quería alejarse de él, así que corrió de regreso a la mansión, evito entrar y trepo por la enredadera que daba al cuarto de Sirius, sabía que estaba ahí, estaba castigado… de nuevo. Entro por la ventana y lo vio echado en el cuarto y le dijo todo: que era un hombre lobo, como pasó y porque se iban… también que no quería irse, pero tenía que hacerlo. Termino la plática con un: no me importa si me odias, solo quería que lo supieras.

Fue la primera vez que no dejo que Sirius le respondiera a nada justo antes de irse, porque ya tenia la respuesta que buscaba "Sirius lo odiaba" él lo dijo, no le importaba... aunque por dentro estaba roto y muy dolido porque estaba estúpidamente guardando esperanza que sabía no debía tener apenas comenzó a correr en la búsqueda del mayor del Balck, no pudo evitar que las lagrimas se le acumularan en los ojos, deslizándose finalmente por su mejilla para caer en la cara alfombra. Como si fuera el indicador de un retirada, dio media vuelta y corrió hacia la puerta abuzando de su licantropia, aunque apenas pudo escuchar a Sirius gritar cosas, palabras que no llegaban a donde estaba, bueno unas cuantas si llegaron a Remus un "Vuelve" y "no te odio" tal vez pero fue más que suficiente para que Remus se detuviera en la puerta y le sonriera como si mañana fueran a seguir como siempre, quiso decirle "gracias por no odiarme" pero tenia un nudo en la garganta; sabía que tenia que irse, sus padres lo esperaban y posiblemente duraron más del tiempo necesario trabajando para los Black.

Fueron los mejores momentos después de la mordida.

Luego de tres años se topo con Fenrrir y discutieron porque él no quería ser su pareja y el otro no lo tomo a bien y de pelearon aprovechando la próxima luna casi se arrancan la vida con dientes y garras, pero al final tuvieron que huir por unos cazadores. Seguían huyendo, Remus no quería esa vida para sus padres y menos cuando su madre enfermo con 58 años, no tenían dinero para tratarla y ambos se pusieron a trabajar en cualquier cosa para comparar las medicinas, Remus recurrió al lobo dentro de él para cazar en los bosques en vez de comprar comida para abaratar costos, por mucho que se esforzaron no lo lograron su madre la hermosa Hope Howell tan llena de vida simplemente se quedo dormida para no despertar, su padre estaba descompuesto pero juntos lograron seguir adelante.

Al cumplir los 16 años su padre sabía que no podía seguir acompañando a Remus ellos lo tuvieron muy tarde, sabía que su esposa no era una mujer joven cuando tuvieron a Remus, ellos estaban en los 45 y ahora su niño tenia diez y seis años ellos tenían 61 años.

El le dijo que aplicara a una beca a Greenligth para concluir sus estudios, que ahí no seria marginado por se un licantropo. Remus se esforzó mucho para conseguirla, como ultimo deseo de su padre anciano, no era justo y nunca lo seria. Pero así era la vida. Su padre murió dos días antes de que la carta de aceptación llegara a su hogar. Remus estaba dolido, pero estaba también feliz pues su padre murió igual que su madre sin dolor alguno ahora seguro en brazos de la mujer que amaba. Se había prometido seguir adelante aunque fuera un poco derrotista y cuidadoso con los demás quería enorgullecer a sus padre porque al final, el no los mato y el lobo se izo una costumbre.

Solo quedaba adaptarse y terminar la universidad.

En las noches antes de irse el país recordaba a aquel niño de aristocracia que fue y aun era su mejor y más querido amigo que a pesar del miedo que sintió cuando le confeso lo que era, al final le había pedido que se quedara pero no podía, hubiera vuelto pero no tenia los recursos y en su momento no podía abandonar a su familia lo por todo lo que hacían por él.  Cada año por envió cartas a esa dirección, la primera eran planes para encontrarse, la segunda era una simple carta donde redactaba un poco de como extrañaba sus travesuras y que esperaba que estuviera bien y las ultimas era sobre como aun lo consideraba su mejor amigo pero siempre escribía al final de ellas un: "Siempre tuyo" y "No la regreses ya me abre mudado" las cartas siempre iban para su cumpleaños y así lo izo hasta ese año. Supuso que nadie las recibía y que era mucha la esperanza de que las leyera, después de todo era su caza de verano ¿que posibilidades tenia?

Era hora de empezar de nuevo. Con un poco más de libertad tal vez.


Other things you should knowOtros datos útiles

Gustos:
♥La noche sin luna, llenas de estrellas.
♥Los libros.
♥Los chocolates más que nada.
♥La música clásica y aunque usted no lo crea también gusta del Rock y algo de Metal. Aunque eso ultimo es más un secreto.
♥El orden.
Sirius.
♥Las bromas y travesuras que no maten a nadie.
♥¿Ya dijimos Chocolate?

Disgustos:
♦Ser débil y no poder defender lo que cree.
♦Que lo engañen.
♦El alcohol. Menos el licor de chocolate.
♦El exceso de personas que no conoce.
♦Las mentiras.
♦Un poco de sí mismo.
♦Poner en peligro a las personas que ama o valora.
♦No poder controlarse.
♦La plata.

Adicción: El chocolate.

Otras cosas:
♣Le gusta cocinar y hacer la limpieza lo encuentra relajante.
♣Se queda dormido sobre los libros.
♣Habla dormido. Y sí, en ocasiones responde preguntas.
♣Le gusta dormir afuera.
♣Cuando esta en días próximos a la luna llena, se pone algo débil y malhumorado con los extraños.

Habilidades:
-Una gran agilidad atlética innata de su raza, junto con una muy buena vista, al igual que un odio fino y olfato sensible demasiado sensible.
-Dado que fue mordido por un lobo de la rama original tiene mayor libertad para cambiar de forma.Tienes tres formas, la humana, la híbrida que es medio humano y medio lobo y el lobo. Puede cambiar al lobo sin necesidad de la luna, la hibridación suele acudir en la luna llena cuando esta molesto de lo contrario solo seria la forma del lobo bajo aquella silueta.
-Aun puede ser hacer algo de magia, pero no gusta de hacerlo.
-¿tocar el violín?

Debilidades:
○Los aromas demasiado fuertes bloquean su sentido del olfato.
○Es alérgico a la plata, poniéndolo de alguna forma. La plata le quema aun más rápido que el fuego.  
○Como criatura obscura la magia de luz es su enemiga natural.
○¿El chocolate?


Remus J. Lupin
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Remus J. Lupin

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Mensaje por Ella Greenlight Mar Feb 23, 2016 5:57 am
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