Hey, cuidado no querrás romper mi guitarra. (LIBRE)

Iba caminando tranquilamente por las calles de la gran ciudad, mientras revisaba su libreta. Recién llegaba y aún no tenía ni el plan de estudios de su escuela -Y yo que quería seguir en Japón. Malditos viejos..- Decía sin mucho ánimo, Iby hinchó las mejillas, hacía un poco de calor y estaba comenzando a sudar, -Maldito calor.- se quejo resoplando un poco de aire con su mano diestra, necesitaba tomar un poco de agua, así que se dirigió a una pequeña tienda en donde compró una botella de agua fría.

Saliendo de la tienda, se colocó la botella fría sobre la frente y los auriculares sobre los oídos y poniendo una melodía de toques electrónicos, el frescor le bajo la temperatura corporal hasta un grado decente, al menos así la caminata sería un poco mas grata.

-She won't ever get enough, once she gets a little touch If I had it my way you know that I make you say Ouh~ Ouh~-

Comenzó a cantar un poco alto ignorando a los transeúntes que se le quedaban viendo mientras ella avanzaba contoneando ligeramente sus caderas; Iby no era una chica de curvas exageradas ni tampoco de pechos prominentes, pero le encantaba menearse mostrando que, inclusive ella tenía algo que ofrecer. De repente el tono de su tintinenante voz subió y con ella, algunos ademanes dejándose llevar por aquel ritmo de esa cancioncilla que recién se había estado inventando conforme la melodía tomaba compás.

-In the back of the car On the way to the bar I got you on my lips (I got you on my lips) At the foot of the stairs with my fingers in your hair baby this is it!~-

De repente, algo captó su atención, lo que hizo que se frenara tanto física como auditivamente. Una hermosa tienda de instrumentos musicales se postraba frente a ella. -¡Woaaaah~! ¡Genial!- Dijo pegandose a los cristales, tenía mucho tiempo que no estaba cerca de una y menos tan grande. Fue entonces cuando uno de los vendedores de la tienda se acercó a ella ofreciéndole entrar. -"Buen día señorita, ¿Hay algún artículo que quisiera ver? Sin compromiso, adelante"- fueron las palabras que la despertaron de su mundo. Miro al vendedor mostrando una amplia sonrisa luciendo aquellas tres perforaciones sobre su labio del lado izquierdo. -Ah, gracias, estoy interesada en una guitarra eléctrica, pero ¿Sabes? Quiero algo a mi estilo, nada común como una guitarra eléctrica sencilla; pensaba en algo así como una que tenga una forma en especifica, quizás una estrella o un corazón.- dijo casi sin respirar, la emoción había sido tanta, que tenía que expresarlo todo. -"C-claro, creo que tenemos justo lo que necesita, adelante."- dijo el chico mostrando un ligero tic en el ojo, quizás se habría sorprendido por el entusiasmo que derrochaba la chica al hablar.

Dentro de la tienda, era como una confitería repleta, solo que con instrumentos musicales; unos muy sencillos y otros a su parecer "extravagantes", pero al final le mostraron algo asombroso, una bellísima guitarra de color morado en forma de estrella, muy a su estilo, pero el color era algo serio para ella. Iby torció los labios en una mueca graciosa cruzandose de brazos.
-¿Estará en color magenta o azul turquesa?- recibiendo una respuesta afirmativa. -¡Genial! Quisiera verla por favor.- El vendedor regresó a la bodega tardándose al rededor de 5 minutos y regresando con la misma guitarra en color magenta. Los ojos de Ibuki mostraron un brillo inusual, ensanchando una sonrisa y tomando el objeto con sumo cuidado, lo probó tocando unas melodías vagas, bastante profesionales y dejando a los vendedores con la boca abierta. -¡Lo compro!-

Salió muy contenta de la tienda con su compra colgada al hombro con una funda especial diseñada para su nueva guitarra; pero claro, iba tan metida en los suyo, que salió sin fijarse golpeando ligeramente el hombro de alguien con la guitarra. En automático, lo primero que pensó fue en revisar su preciado objeto, vociferando una palabra con tosquedad.

-¡Carajo!-

Y entonces miró en dirección donde estaba aquella persona, soltando una pequeña risa y rascandose la mejilla con algo de pena.

-Ahhh~ Perdoname, fue mi culpa. ¿No te hiciste daño?-

Era un día normal y tranquilo si no fuera porque me sentía cansado por caminar varias cuadras viendo que comprar para redecorar mi habitación, buscaba un cambio de estilo y solo faltaba ponerle sonido, algo de pasión musical, pensaba que un par de amplificadores y parlantes que combinaran con mi equipo de sonido sería perfecto para poder escuchar música todo los días libres como el de hoy.

Una vez que visite varios edificios le marque al teléfonos a unos amigos para ver que sitio me recomendaban a ver si tenía mejor suerte ya que en los anteriores no encontraba algo que me fuera compatible con mi equipo de sonido. Me estire un poco y me acomode el parche de mi ojo derecho antes de entrar a los locales recomendados cuando me callo un mugre en el ojo izquierdo para sentir un leve golpe que hizo que perdiera mi equilibrio.

Podía maldecir mil mundos, quejarme como si no hubiera mañana e incluso matar a las personas que me tropezaran si lo hubiera hecho apropósito de una forma tan, tan, no podía ni describir el golpe porque era un empujón sin sentido el cual no pude ni ver quien o como lo hizo, para hacer que me tropezara con mis propios pies haciéndome rodar unos centímetros más hacia delante desajustando un poco  mis vendas haciendo que pareciera un raro de por sí, aunque ya con ellas me veía raro.

Escuche un quejido pero debía ser yo el que estuviera maldiciendo digo quejándose no ella, alto ella, era una chica, restregué mi ojo  para ver si podía verla mejor cuando escucho una pequeña carcajada pero eso no debía ser importante - No te preocupes estoy acostumbrado a lastimarme, la pregunta sería si tu estas bien – la mire detalladamente viendo que  traía un forro de guitarra con ella – deberías revisar si tu instrumento está bien – dejándome caer para atrás acostándome en el suelo para calmar mi mente que se agitaba muy fácilmente por como andaban las cosas en las fiestas y mis días que no parecían ser tranquilos por mi falta de sueño

ANEXO:

.

Vaya que el tipo que tenía enfrente era todo un encanto, sobre todo con todas ésas vendas y ése aspecto desaliñado, le gustaba. Curioso que estuviese acostumbrado a tropezarse, ella por su parte no se podía permitir un desaliñamiento, su subconciente súcubo no lo podía permitir. — En verdad lo lamento. — Volvió a disculparse e inconcientemente se relamió los labios pero su expresión seductora se desvaneció cuando escuchó la sugerencia y casi suelta un grito estrepitoso mientras desenfundaba su guitarra y comprobar que no estuviese dañada.

Para su buena suerte, sólo se había desprendido una de las clavijas pero éso no era grave y en el momento rebuscó entre el fondo del forro hasta dar con el pequeño objeto. — Ay, menos mal. — Y en el momento lo acomodó en su lugar, sería una pena si le hubiese pasado algo más, habría tenido que hacer pagar al chico aunque la culpa fuese de ella por salir tan apresurada de la tienda de música.

Se distrajo, demasiado a decir verdad, pero regresó su mirada al chico y no pudo detener sus actos. Se acercó lo suficiente a él y cogió unas cuantas vendas que estaban todas desacomodadas (Claro, si es que tenían un orden.) y las ajustó lo suficiente bien en la cabeza de aquel hombrecito. — Me gusta tu estilo. Lamento si lo desaliñé. —

Léeme :'D:

Debía seguir acomodando mis ideas la falta de sueño era algo que podía alterarme fácilmente pero decidí pensar con la cabeza fría y no armar un escándalo como siempre, me senté en el suelo antes de intentar levantarme mirando detalladamente a la chica mientras se disculpaba e iba a revisar su instrumento por mi comentario, si tuviera algún daño sería perfecto, podría pagarlo y dialogar un rato, pero mi suerte no era tan bella.

La observe detalladamente cada uno de sus rasgos comenzando con su cabello, muy llamativo y colorido a un estilo de cyberpunk  pero organizado por capaz más a su preferencia sin adoptar ningún estilo en particular,  y unos cuernos, genial de seguro era la prima de satán o de un demonio poderoso que vendría a matarme por tropezarla pero sus disculpas hacían dudar de esa teoría haciendo que sonriera involuntariamente por las cosas que pensaba, seguí observándola pasando a su cuerpo lo cual se notaba que estaba, wow era sexy la chica hasta que se me acerco ajustando las vendas en mi frente para decir que le gustaba mi estilo, la verdad no sé de qué estilo hablaba simplemente era un gran desorden, un desorden muy divertido ante todo – a mí me gusta el suyo, se podría decir que hay aires de libertad – la mire a los ojos con una sonrisa bien dibujada mientras seguía sentado en el piso, sus ojos eran brillantes de un tono parecido al purpura pero no recordaba el nombre de ese color, dejando salir unas palabras sin pensar – que hermosos ojos – abrí mis ojos al escuchar mi propia voz, otra vez me pasaba lo mismo de pensar en voz alta, algún día moriría por eso, aparte de eso debía cambiar la conversación sin dudarlo mire su guitarra – le paso algo a su guitarra – mira a los lados haciéndole señas al encargado para que la revisara – yo pago lo sucedido por lo de la guitarra, fue mi culpa por no andar pendiente que nos tropezáramos - solté un poco de aire para relajarme y esperar que la chica se alejara un poco para poder levantarme del suelo.

Dejó las vendas en un orden desordenado, pero sólo las había ajustado un poco; jamás en su vida había visto algo parecido salvo en las fiestas de disfraces a las que llegó a ir ocsionalmente en Japón, antes de que su mugroza familia la mandara a éste lugar tan raro y occidental. Parpadeó un par de veces, casi anonadada por el comentario aquel; bueno sí, ella tenía un estilo particularmente punk que llamaba la atención en especial por la cornamenta que adornaba su cabeza. — Ay, gracias. Tenemos buen gusto ¿Eh? — Dicho aquello le guiñó el ojo.

Ibuki solía ser una persona coqueta, demasiado a decir verdad ¡Pero no es que siempre quisiera coquetear con cuanto hombre, mujer o quimera se pasase frente a ella! Es sólo que su estado súcubo la hacía ser así siempre. Se encontraba acomodándose un mechón de cabello tras la oreja dejando lucir sus nueve perforaciones en ésta cuando escuchó aquella alabanza que sólo logró satisfacer su orgullo y enorme vanidad. — ¿Te gustan? — Preguntó con toda confianza acercándose unos pasos a él para que, de ser psoible le viera más de cerca; era su forma de decir "Sigue alabándome". — Muchas personas dicen que les da miedo que los vea a los ojos. Supongo que es el intenso magenta. — Esperaba ver la misma reacción en él de las que había visto en todos los demás y que pronto apartara la mirada.

Y se distrajo al mirar la guitarra y luego al dependiente que se acercó a preguntar. — "¿Todo bien?" — Pero Ibuki negó con una mano. — Sólo se cayó una clavija, no es nada. — — "Permítame revisarla, puede que no sólo sea la clavija zafada." — Ésto inquietó un poco a Ibuki que, estaba convencida de que no era nada grave, pero ellos eran los que sabían de éstas cosas; ella aunque sí tocaba la guitarra y sabía darles mantenimiento, no lo sabía todo así que intercambió miradas, primero con el chico de las vendas y luego el chico de la tienda de música. — Oh, está bien. — Le entregó el objeto al encargado que les invitó a entrar al establecimiento e Ibuki sólo levantó los hombros y le dio un pequeño y suavez codazo al chico. — Gracias por avisarle ¿Quieres hacerme compañía en lo que revisan mi guitarra? —

Su mirada era interesante, era la primera vez que veía una chica con  ojos color magenta, aun que podrían ser lentillas pero no iba a preguntar eso, sintiendo un golpe a un costado escuchando sus palabras de agradecimiento  por llamar al encargado – si le parece bien que le haga compañía podríamos beber algo – sonreí pensando en alguno de los locales que estaban por la calle y observar otra vez los ojos de la chica eran algo así como una mirada hipnótica por su enorme  brillo o por la intensidad del magenta, aunque prefería los colores fríos no podía negar que me gustaban como brillaban esos ojos - lo que dijo hace un momento de que le temen a sus ojos me  recuerda a un logro de un vídeo juegos se llamaba "temele a la niebla rosa" de halo reach, en tu caso seria temele a los bellos ojos magenta, si tuvieran un logro por quedar hipnotizados por tu mirada y si me gustan - la mire una vez mas directo a los ojos con una enorme sonrisa.


Bien ya estaba desvariando otra vez por sus ojos, creo que mirarlos mucho tiempo era algo raro y medio acosador, no quería ser un acosador a medio tiempo aun que era un buen hobby el acosar a las personas  - acos – tosiendo levemente porque casi digo lo que pensaba y soltando unas palabras para embarajar las tonterías que iba a decir  – creo que hay una tienda de refrescos cerca, – me estire un poco para quitarme la pereza de enzima – quisiera escuchar que la trajo a este lugar un poco alejado o escuchar algo sobre usted, junto con un granizado de café para quitarme el sueño  – sonreí maliciosamente con mucha calma y tranquilidad tomando algo de compostura que era lo debido – por cierto puede decirme Mr. X experto en tropezar con las personas  o chast – era obvio que lo de Mr.x era una broma demasiado obvia que buscaba sacarle una sonrisa a la joven a la cual todavía no sabía su nombre y esperaba que me lo dijera pronto o la tendría que llamar señorita hasta que lo hiciera

palabra embarajar (gerga ):

¿Era su imaginación o el chico aquel estaba siendo muy lanzado con ella? No le molestaba, sino todo lo contrario porque si era el caso podría intentar llegar con él a la cama. Su sonrisa se ensanchó mientras seguía jugando con su mechón de cabello. — Oh, bien. Hace algo de calor así que ir a beber suena agradable. — Soltó una risita conforme le explicaban sobre aquel videjuego; ella por lo general no jugaba, prefería salir en vez de estar encerrada pero conocía los títulos porque varios compañeros eran unos geeks, y éso que sólo llevaba una semana en la universidad.

— ¿Refrescos? — Ladeó su cabeza un poco, como si sus neuronas hiciésen click y le permitieran razonar. — Ah, te refieres a ésas bebidas que burbujean. — Ella no había escuchado que llamasen así a la soda (Estaba acostumbrada a la americanización de las palabras) inclusive en japonés, la palabra "refresco" le parecía extraña. Para ella, 'refresco' se pronunciaba "Rifuresshumento" y por eso a veces solía confundirse no sólo con ésa palabra. Se rió un poco de sí misma, era curioso que pudiese cantar en inglés e inclusive en español pero era bastante difícil a veces entender cuando alguien le hablaba.

Pero de nuevo ladeó su rostro, el chico la confundía un poco. — ¿Entonces quieres ref... rifuresshumento o café? — Dijo con una pésima pronunciación. el dependiente regresó y le entregó el aparato, por suerte y como había pensado la chica su guitarra no tenía ningún daño; Ibuki agradeció y se colgó el forro al hombro cuidando ésta vez de que no quedara muy salido y golpeara a alguien más. — Mr X, ¿eh? Suena misterioso. — Se rió cubriendo un poco sus labios. — Yo soy Ibuki, pero puedes llamarme Iby... O Buki, como te guste más. — Una vez con sus cosas listas se puso a un lado del chico. — Vamos, te sigo. Chast~ —

Ya había olvidado el motivo por el cual venía a la tienda de música o porque había caminado buscando en varios locales algún artefacto, pero no importaba otro día lo buscaría porque pensaba disfrutar un buen rato con la chica que había acabado de conocer y al parecer era muy de mi agrado, mire al  encargado sonreír mientras le entrego la guitarra, la cual al parecer no tenía nada de malo así que fuimos saliendo del local con un poco de nerviosismo o eso se sintió en el ambiente cuando le sostuve la puerta a la chica para que saliera con cuidado mientras teníamos  una conversación amistosa, pensando en qué lugar ir, no sabía si era muy temprano para terminar en un bar bebiendo y hablando o solo debía apegarme al café para no dormir en mitad de la calle, lo cual dudaba si me mantenía tan energético y emocionado  alado de iby.


Sonó  una canción de imagine dragón, para ser exactos era el coro de radioactive, que provenía de mi pantalón en donde estaba mi celular viendo una sola llamada conteste sin pensarlo postrando una  sonrisa y respondiéndole a la persona del teléfono – chastiefol al habla- lamí mis labios con mucha tranquilidad para humedecerlos un poco, escuchando unas palabras por el teléfono y responder sin vacilación  - fiesta, cuenta con migo – mire a iby – voy a llevar a una amiga que es demasiado cool como para no enterarse – colgué sin despedirme y dejando a la persona a través del teléfono con las palabras en la boca  para mirar a iby y preguntarle – podemos quedar en una cita para una semana, a una fiesta que organiza un amigo, prometo que no te decepcionaras para nada – creo que lo había dicho de una forma algo rara para  pedirlo, solo debí preguntarle que aria en una semana pero era obvio que la invitaría, mire sus ojos brillantes mientras caminábamos por la calles con una sonrisa.

tono del telefono :

PD2::

La compañía del Mr. X era bastante agradable; el poco tiempo (Unos cuantos minutos) que habían estado intercambiando palabras amistosas habían sido suficientes para alegrar su día. Se quedó pensativa un momento ¿Será que podría lograr algo con alguien como él? Era impulsivo, errático y no presentaba un patrón continuo; así que sería un poco dificil pero no imposible encontrarle su punto débil y, quizá llevárselo a la cama. A Ibuki le gustaban los retos, y éste muy seguramente se lo empezaría a tomar como uno muy personal.

Iba a hablar, pero en éso sonó un tono de llamada, ella se miró el suyo pero luego cayó en cuenta que no era ni a ella a quien le marcaban ni era su tono de celular así que volvió a guardar su aparato en la bolsa lateral de su falda. Esperó casi paciente mientras jugaba con un mechón de cabello y miraba al cielo en busca de aliens casi sin prestar atención a la conversación; hasta que escuchó su nombre. — ¿Eh? — Ladeó el rostro y sonrió. "Una amiga demasiado cool" sonaba bastante bien, elevaba su ego. — ¿Así que soy demasiado cool, eh? Es bueno que lo noten a la primera impresión. —

Se meditó un momento el ir, pero no tardó menos de un segundo en aceptar. — Si prometes que no me decepcionaré; quiere decir que será una mega fiesta. Entonces sí. — Se relamió los labios y acortó un poco la distancia entre ellos, a lo que con una de sus manos acarició la mejilla del contrario y en un tono casi seductor le habló. — Claro, ésa idea de una cita me gusta mucho. En una semaan entonces. — Lo ideal sería que fuese a dejar su guitarra pero éso conllevaba el ir hasta la academia y entrar a su habitación compartida donde seguramente se encontraba Ella Greenlight ¡Maldita su suerte! De todas las personas tenía que haber sido Ella, la "señorita perfección". Mejor se decantó por ir al lugar con su nueva guitarra, esperaba cuidarla bien y no perderla en la borrachera.

— Bueno, vamos a la fiesta. —

Spoiler:

Moví mi cabeza de arriba, hacia abajo asintiendo con su primera respuesta para tomar las cosas con más calma pero todo cambio cuando se acercó de forma imprevista, cortando la distancia para tocar la  mejilla del desordenado chico, lo cual lo dejo algo distraído por un segundo, ya que no se lo esperaba y espabilando para  recuperar el sentido con una idea algo loca con un estilo vanguardista de entretenimiento  – seria genial que  estrenaras la guitarra allá, me gustaría escuchar cómo suena aunque fuera en privado - algo me pasaba lo que pensaba y decía, sonaba muy diferente, se podría decir que casi me sonrojaba por la forma en que lo decía, me gustaría poder leerle la mente para saber que pensaba sobre mí.


Yo ya estaba loco y algo nervioso por su culpa, cada vez cortaba la distancia como si fuera solo para provocarme y mi cansancio no me ayudaba a pensar con claridad.  


Esperando que aceptara mi propuesta de tocar le hice señas a uno taxi, el cual me ignoro de seguro por mi aspecto pero no me molestaría por eso, mire a la chica con una sonrisa, una cálida sonrisa que demostraba que era difícil molestarme por pequeñeces para hacer señas a otros taxis los cuales me ignoraban y seguían de largo.


- mejor caminemos a los dormitorios de wasserblue, no están muy lejos – dando unos pasos adelante cambiando nuestro rumbo a la academia

pensando en editar XD:

— Oh, bueno; podemos buscar un lugar privado allá y tocarte todo lo que quieras. — Y sí, éso había venido con doble sentido, nada sutil; inclusive le había dedicado un guiño de ojo al muchacho. — Entonces... — Esperó mientras él llamaba a un taxi, pero el muy maldito se siguió de largo; Ibuki por su parte infló los molletes y casi hace un berrinche, odiaba que las personas (Taxistas en especial) hicieran ésos desplantes sólo por ver a dos tipos super raros, porque Chastiel con ésas vendas e Ibuki con ésa apariencia rocker daban a pensar que seguro eran unos maleantes.

— Pfff, patán. — Refiriéndose al taxista, pero como Chastiel lo tomó muy a la ligera y le sonrió, decidió no darle importancia. — Me parece bien; igual no traje mi motocicleta, de haber sabido que iría a una fiesta contigo la habría sacado ésta mañana. —

Se aventuró a caminar a su lado, por lo menos el clima estaba bien; sería una lástima si se nublara o hiciera demasiado frío, pero suponiendo que estarían dentro de una casa o algúna estancia techada; pensó que todo estaría bien. — Por cierto... Dijiste que vamos a Wasstelbau ¿Cierto? — Pronunció con un pésimo acento tratando de decir correctamente la fraternidad a la que se dirigían. — ¿No habrá problemas si saben que yo soy una Feuerreote? — Tenía sus dudas, aunque a ella le valía un comino si unos no se llevaban bien con otros por el simple hecho de pertenecer acierto grupo, para Ibuki, si la tratan bien, ella será mejor; pero si intentan bullearle, ella puede ser mucho peor.

Casi suelto una carcajada al escuchar el asentó con que llamaba a la fraternidad pero no se lo diría, se notaba que se esforzó para pronunciar ese nombre tan raro, solamente la miro con confianza  antes de responderle – no se quien invento esos nombres tan raros  y si se atreven a decirte o hacerte algo se las verán con migo – levantando mi pulgar jurando que todo estaría bien aunque no era el más fuerte, ni el más rápido pero  me hacía falta cerebro  y de seguro podía hacer pasar un mal rato a las masas que se metieran con la chica en la fiesta –  entonces eres un dragón de feuerreote, de casualidad no serás familiar de un lord demonio – señalando sus cuernos de colores mientras giraba con cada paso – no se satán, el duablo o el loco del vicious que se enoja cada vez que redecoro su fraternidad con un lindo rosa, azul o morado – era una de mis bromas preferidas pero se me había soltado la lengua ya que nadie debía saber que era yo el que hacia eso como protesta a su dictadura en la academia  – preferiría que fuera un secreto lo que acabas de oír – di un giro rápido para caminar de espaldas mientras le daba un giño de  ojos el cual  no salió muy bien -  soy malo intentando ser coqueto, "aun que prefiero que fueran nuestros pequeños secretos, bella dama" - diciendo lo ultimo con un pequeño susurro.

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