Klein Tranströmer

Nacido en Copenhague, Dinamarca. Su padre trabajaba de herrero para algunos proyectos pequeños y su madre limpiaba casas de las familias más ricas para subsistir y continuar con su vida. Klein nunca tuvo nada, nada propio que tuviera el valor para pensar que había más en su vida que solamente la mierda a la que estaba acostumbrado. Cuando su hermana menor nació tres años después de él, decidió que no iba a dejar que le tocara la misma mierda de vida que a él. No era que detestara a sus padres, sabía que por su escasa educación no podían tener trabajos más productivos que los que tenían. A corta edad, supo que iba a darle una mejor vida a su hermana menor. No tenía idea de cómo, pero lo conseguiría.

Desde joven, cuando inició la primaria, era un chico demasiado inteligente. Lo que le permitió terminar la primaria y secundaria con la mitad de tiempo que los estudiantes promedio. En cuanto terminó la secundaria comenzó a trabajar como ayudante en diferentes oficios. Cuando un escuchó a uno de los señores para los que trabajaba hablar con uno de sus compañeros de trabajo sobre que en los hospitales pagaban muy bien por los que probaban las nuevas medicinas decidió ir a ese sitio. Con su trabajo podía comprarle juguetes a su hermana menor y apoyar las cuentas de la casa. Usualmente lo hacía con el fin de que no se sintiera desdichada por la pobreza que aquejaba en la familia.

Cuando tenía 13 años fue al hospital donde hacían las pruebas medicinales y cuando los médicos lo vieron le dijeron que no podían hacerle pruebas porque era demasiado menor. Pero Klein insistió y al poco tiempo comenzaron las pruebas. Klein no tenía problemas con eso, porque normalmente eran medicinas simples e inyecciones que no le provocaban daños, además le daban comida y postres exquisitos, y lo más importante la paga era muy buena. Ganaba más que sus padres con solo unas horas en el hospital. Pero, de lo que él no se daba cuenta era que las otras personas estaban enfermándose o no soportaban los medicamentos del hospital. Eran escasos, entre ellos Klein que soportaban las cargas que proporcionaban las medicinas.

Tras un año de aquel tratamiento, fue secuestrado por las mismas personas que le habían contratado debido a que había pasado la fase inicial del proyecto. El hospital lo que estaba buscando eran personas fuertes que soportaran esas pruebas para comenzar a hacer modificaciones genéticas, por eso mismo tomaron por rehenes a los que completaron la primera fase. Los padres de Klein, e incluso su hermana pequeña Robin, no volvieron a saber de él. Al principio, Klein fue al trabajo como cualquier otro día, pero cuando intento volver a su casa le inyectaron un tranquilizante y lo amarraron a una camilla, ahí permaneció por muchos meses, siendo soltado en un solo cuarto para estirar las piernas y que no perdiera su fuerza.

Le inyectaban muchas cosas y le daban muchas medicinas extrañas. Con el tiempo, comenzaron a conectar su cuerpo a diferentes aparatos y siempre veía gente de gafas y batas con miradas frías y congeladas entrar y salir de la habitación. Su cuerpo fue transferido a una sala diferente donde su cuerpo fue depositado en un tubo de cristal, no le dejaban salir cuando entró a esa fase, la cual sería la tercera. Dentro de las pocas cosas que Klein llegaba a escuchar se enteró que estaban haciendo modificaciones en humanos para crear superhumanos. Klein estaba muy asustado pero sabía que ya no había nada que pudiera hacer para escapar de ese destino en el que se había enclaustrado.

Cuando cumplió 15 años, le fue inyectado otro componente que termino alterando sus recuerdos y su personalidad por el miedo y ansiedad que sentía en ese momento. A los pocos meses, una agencia del gobierno danés, descubrió el laboratorio y salvó a todos los “pacientes” internados. Fue internado durante unos meses en un hospital psiquiátrico porque no podía recordar nada sobre su pasado, sin mucho éxito. Se le dijo que se le daría de alta cuando estuviera capacitado para vivir por su propia cuenta y cuando fue de ese modo, el joven Tranströmer partió, con dinero que el gobierno le dio para mantenerle callado sobre lo sucedido, rumbo a Australia, para estudiar en una academia privada. En realidad, no hay mucho que contar del primer año que estuvo ahí, fue un estudiante modelo, con buenas calificaciones.

Las cosas comenzaron a cambiar cuando entró a segundo grado. Encontró una pequeña e indefensa gatita de nombre Ozura tirada en la calle, desmayada por el frío. Decidió llevarla a su departamento en la ciudad y dejarla dormir hasta que despertara y poder averiguar sobre ella. Klein nunca se había interesado por nadie desde que salió del psiquiátrico, siempre estuvo mirando por sí mismo y para sí. Pero en esa ocasión, tuvo un sentimiento ante la imagen de la pequeña que no pudo simplemente dejarla ahí, eso sería inhumano, incluso para alguien tan peculiar como Klein. La adoptó como su hija y le cuidó como su única familia.

Cuando entró en el último año en la academia, no sabía que era lo que quería estudiar en la universidad. Al finalizar el curso, último para entrar en la Carrera universitaria, decidió estudiar Derecho. Pese a que ese tipo de materia era lo que más detesta.

Gustos:
►Molestar a las personas con preguntas incómodas.
►Reír.
►La sangre.
►Los objetos filosos.
►Las personas diferentes.
►El sexo.
►Los animales, en especial los cuervos y gatos.
►La música, en específico el rock.
►Los niños menores de diez años.
►La noche, suele decir que es cuando tiene más energía, como si le hubieran inyectado cafeína en las venas. Su gusto es el causante de las bolsas negras que en ocasiones se ven bajo sus ojos. También piensa que es como si fuera una sombra y es difícil capturar una sombra.
►Ver las estrellas.
►Desobedecer las reglas, bueno, nunca ha sido fan de las normas.
►Le gusta descifrar códigos, gusto arraigado de su abuelo, junto al gusto por resolver crucigramas.
Disgustos:
►La monotonía.
►Sentirse inferior.
►No saber lo que quiere.
►Aburrirse.
►La gente incoherente o que no haya madurado en su opinión.
►La gente mayor.
►Los días excesivamente soleados.
►La vulgaridad.
►Las personas violentas, pese a que en ocasiones también reacciona violento.
Fobias
►Eisoptrofobia: Klein entiende que es demasiado sexy y que un espejo no lo soportaría, pero eso no explica su pánico a que se refleje su apariencia ante cualquier superficie.
►Agorafobia: Siente fobia al encontrarse en lugares abiertos llenos de gente, por lo que siempre está moviéndose como una sombra.
►Claustrofobia: Klein es bastante especial por todas las fobias que tiene a pesar de mostrarse tan fuerte y tranquilo. Siempre ha tenido fobia de encontrarse en un lugar cerrado y su personalidad arrogante da un giro cuando se encuentra en una situación así, volviéndose alguien sereno e intranquilo.
►Brontofobia: Le tiene pavor a encontrarse en una tormenta solo y no le desearía eso ni a su peor enemigo.
►Gerontofobia: Repulsión hacia los ancianos y miedo a envejecer. Tiene el temor de envejecer y su repulsión hacia los ancianos viene del temor a lo desconocido, pues nunca ha sido o será realmente uno ni desea que “se le pegue la vejez”, lo considera casi una enfermedad.
►Lupolipafobia: Temor a ser perseguido por un hombre lobo alrededor de una mesa de cocina mientras se llevan calcetines y el suelo está encerado. Es un miedo irracional pero que podría darse.

Datos extras :
►Sabe hablar numerosos idiomas (los que mejor domina son:  inglés, japonés, ruso y danés).
►No le gusta mucho el contacto físico si no es él el que lo inicia.
►Suele sobreactuar o exagerar demasiado los hechos.
►Suele sonreír de forma maliciosa cuando se divierte.
►No lleva calcetines nunca, debido a su fobia irracional.
►Poner apodos a quienes lo rodean, nunca usa el nombre original.
►No le gustan mucho los gatos, solo Ozura